(REUTERS) Miles de migrantes acampan en condiciones deplorables en una ciudad del sur de México, después de que Estados Unidos y las autoridades mexicanas implementaron nuevas políticas destinadas a detener el flujo ilegal de venezolanos a los EE.UU.
Ubicado en un campo deportivo en San Pedro Tapanatepec, en el estado de Oaxaca, el campamento es el más grande en la historia mexicana reciente. Alrededor de 12,000 personas, en gran parte de Venezuela, duermen en cajas de madera debajo de carpas blancas, en aceras o en casas y patios traseros de los lugareños.
El martes, luego de que un juez estadounidense declarara ilegal una polémica ley conocida como Título 42, utilizada para expulsar a cientos de miles de migrantes a México durante la pandemia, autoridades en San Pedro Tapanatepec alentaron a los extranjeros a salir en caravana al norte, con la amenaza de que iban a vaciar el extendido campamento.
Cualquier otro gran flujo de migrantes hacia la frontera entre Estados Unidos y México ejercería presión sobre la administración del presidente Joe Biden, que ha enfrentado críticas por sus políticas migratorias en su propio partido demócrata, así como de activistas y legisladores republicanos.
Pese a ello, la inusual saturación de personas en el campamento es muestra de los esfuerzos que hace México para cooperar con autoridades del vecino país del norte para evitar que los migrantes avancen hacia su frontera común.
Sin embargo, no está claro cómo el fallo sobre el Título 42, que se espera entre en vigor a mediados de diciembre, afecte el enfoque del Instituto Nacional de Migración hacia el campamento. La autoridad migratoria no respondió a las preguntas sobre la cantidad de pobladores en el lugar, los motivos detrás de implementar nuevos trámites y sus condiciones.
Aun así, muchos venezolanos en el campamento no desisten del sueño de ir al norte; algunos que buscaban un camino de regreso a su país ahora planean dirigirse a la frontera con Estados Unidos después de conocerse el fallo sobre Título 42.