La empresa canadiense ATCO ha cedido la propiedad del gasoducto Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara en Hidalgo, México, después de recibir una indemnización del gobierno mexicano.
El gasoducto, que cuenta con una longitud de 452 kilómetros, forma parte del Sistema Nacional de Gasoductos y se utiliza para transportar gas natural a distintas partes del país. Este sistema de gasoductos es fundamental para garantizar el suministro de gas natural y mantener la seguridad energética de México. Además, permite la integración de diversas regiones y sectores de la economía, como el industrial, comercial y residencial.
La disputa legal entre ATCO y el gobierno mexicano se originó en 2018, cuando el gobierno canceló de manera unilateral los contratos de transporte de gas natural que tenía con diversas empresas, incluyendo a ATCO. Como resultado, la compañía canadiense presentó una demanda por indemnización.
Tras varios años de negociaciones, el gobierno mexicano ha accedido a pagar una compensación a ATCO por la cancelación de los contratos, lo que ha permitido a la compañía ceder la propiedad del gasoducto al gobierno mexicano.
Esta decisión podría tener un impacto positivo en la seguridad energética de México y en la estabilidad del sector de la energía en el país.