El Chang Li S1 Pro, un vehículo eléctrico de bajo costo y tamaño reducido, se ha vuelto viral en las redes sociales por sus características atractivas. Sin embargo, su adquisición en México podría presentar más desafíos de los esperados. Además de los impuestos de importación, existe el riesgo de que el automóvil sea confiscado en la aduana debido a su batería de litio, la cual puede representar un peligro de incendio o explosión durante el transporte.
Además, este automóvil no cumple con la normativa de seguridad vial en México. Esto significa que no posee las características legales necesarias para circular por las calles del país. Como consecuencia, los usuarios podrían enfrentar multas y, en casos extremos, la retención del vehículo, lo que implicaría la pérdida total de su inversión.
Esto queda establecido en la NOM-194-SE-2021, publicado en el Diario Oficial de la Federación en 2022. En este documento se establece que todo auto nuevo, a partir del 1 de enero de 2024, deberá contar con estos elementos de seguridad:
- Cinturones de seguridad de 3 puntos.
- Recordatorio de uso de cinturón de seguridad.
- Cabeceras.
- Sistema desempañante.
- Vidrios laminados o templados.
- Frenos ABS.
- Protección a ocupantes contra impacto frontal y lateral.
- Control de estabilidad.
- Monitoreo de presión de llantas.
- Anclajes Latch o ISOFIX para sillas de bebé.
El Chang Li S1 Pro, al carecer de estos elementos y no estar homologado para las condiciones legales de los mercados más importantes, hace que su uso sea más bien peligroso, por lo tanto, es importante tener en cuenta estos aspectos antes de considerar la adquisición del coche en México.
A pesar de su atractivo precio y su popularidad en las redes sociales, es fundamental cumplir con las regulaciones y normativas establecidas para garantizar la seguridad vial y evitar posibles contratiempos legales.