La novena de Tarantino.
Once upon a time in Hollywood
Comedia / drama / acción
Plataforma: AMAZON PRIME VIDEO
Tony S. bueno
El Cácaro
Violencia, grandes diálogos y pies, muchos pies, se hacen presentes en la novena cinta de Quentin Tarantino, quien amenaza con hacer solo una película más y retirarse para siempre.
En un mercado saturado de películas de superhéroes, reboots y remakes, Tarantino se siente realmente como el último de los grandes cineastas, un cineasta que se atreve a contar su historia sin importar controversias y “discusiones” en redes sociales producto de su muy característico estilo de hacer cine. A Quentin Tarantino no le importa lo que pienses, solo le importa divertirse haciendo películas de calidad y ésta sin duda es una de ellas. Una carta de amor a un momento específico en la historia de Hollywood, una carta de amor al cine que él adora, un cine que está muriendo.
Y es que tenemos en pantalla a Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, dos de las más grandes estrellas del cine interpretando a dos personajes que viven de la industria, uno es, Rick Dalton, un actor viviendo lo que probablemente es el final de su carrera (DiCaprio) mientras que el otro es su doble de acción y amigo, (Pitt) con un futuro incierto dados los cambios en la carrera de Dalton. Se suma a un elenco de estrellas Margot Robbie, quien interpreta a Sharon Tate, quien pareciera que no tiene nada que hacer en la cinta, hasta que llegamos al tercer acto. Si bien su interpretación es sutil y casi desapercibida ya que no es parte de la trama principal, es un bello homenaje a una actriz cuya carrera se vio truncada por el acto despreciable de una “familia” demencial.
Al igual que en Inglourious basterds, Tarantino nos cambia la historia convirtiendo a los violentos miembros de la familia Manson, en un chiste, unos bufones que no llegaron a concretar sus despreciables actos proporcionándonos con esto un sentimiento satisfactorio y a la vez agridulce, ya que el final feliz de Sharon Tate termina cuando los créditos aparecen en la pantalla.
A pesar de que es una historia sumamente personal, y solo las personas familiarizadas con el Hollywood de finales de los 60 podrán reconocer los cientos de referencias salpicados durante toda la cinta, cualquiera con un buen sentido de apreciación podrá disfrutar del nivel de detalle con el que Tarantino viste esta película, desde los letreros hasta los puestos de revistas. Se puede decir que Tarantino es un purista a nivel técnico, y se nota en el resultado final.
Le doy a Érase una vez en Hollywood 5 palomitas acarameladas.
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