El Gobierno de López Obrador ha reducido aún más los subsidios a las gasolinas, buscando recuperarse del costo fiscal que representaron los apoyos otorgados el año pasado. En los últimos días, las autoridades mexicanas han eliminado por completo el subsidio a la gasolina Premium, mientras que en el diésel se ha reducido del 3.71% al 2.65%. Para la gasolina regular, el apoyo fiscal se sitúa en el 19.43%, menor al 21.65% de la semana anterior.
Esto significa que a partir de este sábado, los automovilistas deberán pagar 4.76 pesos de impuestos por litro de gasolina regular, un aumento en comparación con los 4.63 pesos de la semana anterior. En el caso del diésel, la carga fiscal subirá de 6.26 pesos a 6.33 pesos por litro, mientras que la gasolina Premium se mantendrá en 4.99 pesos por litro. Estos datos fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
En marzo de 2022, debido a la alta inflación y los altos precios internacionales del petróleo, el Gobierno mexicano decidió no cobrar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas para controlar los precios. El objetivo era evitar un aumento brusco en los precios de los combustibles, conocido como gasolinazo. Conforme la presión sobre los precios del crudo ha disminuido, Hacienda ha reducido los subsidios fiscales.
La disminución de los subsidios a los combustibles se produce en un momento en el que los precios del petróleo han bajado y la inflación en el país se ha estabilizado. Actualmente, la mezcla mexicana se cotiza en 63 dólares por barril, una reducción significativa en comparación con los más de 100 dólares de mayo de 2022.
Según el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, los subsidios se mantendrán este año siempre y cuando el precio de la gasolina esté por encima de la cotización de referencia, aunque no serán tan altos como en 2022. Los precios del crudo y la inflación en México están en niveles más bajos: en abril, la inflación cerró en 6.25%, su nivel más bajo desde octubre de 2021.