En medio de la pandemia y aunado a los problemas económicos y sociales que vienen con él, la depresión, miedo y ansiedad con sentimientos comunes entre las personas alrededor de todo el mundo.
México ha tenido que enfrentar el cierre de negocios, las calles vacías, el rezago de la educación en los diferentes niveles, violencia intrafamiliar, y el fallecimiento de amigos y familiares. Es por esto que, los problemas en la salud mental son probablemente una de las características más marcadas en la población. La pérdida de empleos, la reducción de los ingresos, la falta de interacción social, se suman a los elementos que afectan de forma individual a cada uno de los habitantes, lo que puede catalogarse como efectos colaterales de la emergencia sanitaria. A pesar de que existe más educación sobre la enfermedad; aún hay quienes se ven afectados emocionalmente por las circunstancias, teniendo en cuenta que la pandemia aún no ha terminado.
Se consideran señales de alarma los llantos injustificados, prolongados y los cambios abruptos de ánimo, esto teniendo en cuenta que en medio de este bajón emocional se pueden tomar decisiones peligrosas.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, advirtió que los traumas ocasionados por la covid-19 estarán presentes por muchos años. Por lo que aprender a vivir con las secuelas emocionales y psicológicas de la pandemia, serán un serio problema del cual ocuparse.
