La generación de basura electrónica en México es un problema cada vez mayor. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), cada mes se generan alrededor de 29 mil toneladas de basura electrónica. Sin embargo, los correos electrónicos también contribuyen significativamente a la contaminación ambiental.
Las personas suelen acumular correos durante años sin revisarlos, lo que hace que los servidores de data center tengan que trabajar más y consumir más energía de la necesaria. Esto lleva a un consumo excesivo y costoso de energía y enfriamiento de los data centers. Además, el envío de correos electrónicos emite alrededor de 0.3 gramos de CO2 cada uno, lo que contribuye aún más a las emisiones de carbono.
Según el informe de “Sostenibilidad ambiental de los centros de datos” del Copenhagen Centre on Energy Efficiency, se espera que para 2030 las TIC representen más del 20% de la demanda mundial de electricidad, y que un tercio de esa demanda provenga de los centros de datos.
Para reducir el impacto ambiental de los correos electrónicos, aquí te compartimos cinco recomendaciones:
- Guarda la información relevante en una memoria o disco duro.
- Elimina los correos de más de 3 años.
- Evita almacenar correos con poca información relevante y que contengan solo agradecimientos.
- Detalla toda la información importante en un solo correo.
- Crea pestañas para organizar tu correo y destacar lo más relevante.
Al seguir estas recomendaciones, podrás reducir la cantidad de correos innecesarios y disminuir el impacto ambiental de tus comunicaciones electrónicas.