Las reuniones familiares y de amigos están a la orden del día durante las últimas semanas del año; en los encuentros, la comida y la bebida suelen ser protagonistas. Sumado a eso, el cansancio acumulado y las altas temperaturas pueden propiciar el escenario ideal para las descompensaciones, bajas de presión, y por qué no, atragantamientos.
Los atragantamientos son la tercera causa de muerte accidental y según los especialistas es importante educar a la población en comer despacio y masticar bien la comida. Y en los niños, además, evitar comprar juguetes que tengan piezas que se puedan romper, o que sean muy pequeñas y prestar atención, sobre todo cuando hay hermanos mayores, que algún juguete de estos no llegue a manos de los más pequeños.
En este punto, la directora Médica de Vittal, Paola Caro, explicó que “el atragantamiento se produce a partir de una obstrucción de la vía aérea y puede ser leve o grave”.
“En este último caso, lo principal es tratar de extraer el objeto para que la persona pueda respirar, siempre que éste sea visible ya que de lo contrario, una mala maniobra puede hacer que se introduzca todavía más”.
Además de los alimentos, hay objetos pequeños que pueden quedar atrapados en la garganta y obstruir las vías respiratorias, causando asfixia al impedir que el oxígeno llegue a los pulmones y al cerebro.
“El mayor peligro ocurre cuando el cerebro permanece sin oxígeno durante más de cuatro minutos, porque puede ocasionar daño cerebral e incluso la muerte”, explicó.
Dra. Caro
Para la especialista, “en primer lugar, lo importante ante un atragantamiento es mantener la calma lo máximo posible”. Después, llamar al servicio de emergencias, para recién después animar a toser a la persona.
“No hay nada más eficaz si la persona atragantada tiene la energía suficiente o si sabe hacerlo”, detalló Alicia Villar, médico de urgencias. “Esto es lo más importante. Probablemente con esta tos, si es eficaz, el cuerpo extraño salga expulsado, pero muchas veces está más impactado el trozo y es difícil que con la simple tos pueda salir”.
Si no funciona con la tos, Villar señaló que es momento de pasar a realizar la maniobra de Heimlich: “Nos colocamos por detrás y abrazamos a la persona atragantada. Ponemos en la boca del estómago, donde acaba justo el esternón, uno de nuestros puños y la otra mano sobre él. Abrazamos a la persona por detrás, y realizamos compresiones hacia atrás y hacia arriba, intentando aumentar la presión dentro de la caja torácica para que ese cuerpo extraño salga hacia afuera. Se deben hacer cinco compresiones secas, y alternarlos con cinco golpes detrás, entre las dos escápulas; así hasta que el trozo salga al exterior”.
En el caso de los lactantes o niños pequeños, no es tan sencillo hacer que tosan porque pueden no entender la orden, por lo que Villar aconsejó: “Hay que alternar, sentados en una silla, o de pie, y ponerlos boca abajo, sobre nuestro muslo, y darles cinco golpes secos entre las escápulas. En ese momento se debe mirar la boca y observar si ha salido algo o ha caído algo. Si no sale nada, se los debe voltear y sobre el centro del pecho, como cuando hacemos el masaje de las compresiones torácicas, darle cinco golpes y alternar”.
Pero siempre lo primero es llamar al servicio de emergencias, que en el caso de México es el 911.