En México, la discriminación es una realidad que afecta a muchas personas. Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación del 2017, el 20.2% de la población de 18 años y más ha sido víctima de algún acto discriminatorio.
Asimismo, 30% de las personas en México han sido marginados por su forma de vestir, arreglo personal o por usar tatuajes. Además, el 29.1% ha sido discriminado por su peso o estatura, y el 28.7% por sus creencias religiosas.
A pesar de los avances en materia de derechos humanos, aún existen situaciones en las que se vulneran los derechos de las personas por motivos de género, raza, orientación sexual, etc. en todo el país.
Mauricio Padrón Innamorato, experto en derechos humanos y secretario académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, señala que estos actos discriminatorios están estrechamente relacionados con fenómenos como la exclusión, la xenofobia, la pobreza y la desigualdad.
La discriminación, además de afectar a las personas en lo individual, perpetúa estos fenómenos y contribuye a la división y polarización social.
Desde 2014, la Organización de las Naciones Unidas ha promovido el 1 de marzo como el Día de la Cero Discriminación, con el objetivo de fomentar la inclusión y el respeto a la diversidad en todo el mundo.
Según Padrón Innamorato, la educación y la concientización son fundamentales para combatir la discriminación, así como la denuncia de los hechos ante instancias como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) o el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
Aunque se han logrado avances en la lucha contra la discriminación, aún queda mucho por hacer para lograr una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad.