Acción de Gracias ha sido el escenario elegido por la serie para hablar de paletos con armas, seguridad social, un congreso corrupto y… Pavos dinosaurios.
Rick y Morty siempre ha sido una serie cuyas alusiones políticas han sido hirientes y directas, pero también rápidas, casuales, enmascaradas como chistes dentro de una loca trama de aventuras espaciales sci-fi en las que poco importa la política de un país. No diremos que otros años la política americana había sido “calmada” pero, tras el último año de Trump, el asalto al Congreso de los paletos con armas y la victoria de Biden, de nuevo derrotando al ala más izquierdista de su partido, sin olvidar el BlackLivesMatter, parece que la serie de AdultSwim no ha tenido más remedio que dedicar un capítulo entero a retratar a Estados Unidos.
Teniendo en cuenta que Rick y Morty se inventa galaxias, universos, planetas y locas civilizaciones en cada episodio, podríamos pensar que hablar de Estados Unidos, incluso tras lo que acabamos de nombrar, se quedaba algo soso, pero lo cierto es que la serie se las ha arreglado para destrozar la idea del patriotismo americano a través de Rick & Moty’s Thanksploitation Spectacular, un capítulo de Acción de Gracias que poco recordará a los de Friends.

Cuando Rick y Morty se proponen robar la constitución en busca de un misterioso tesoro, Morty dispara un rayo que destroza la Estatua de la Libertad. Debajo de ese símbolo americano aparece un robot que luego conquistará Nueva York. Era, como Rick explica, un caballo de Troya de los nada confiables franceses. Entre la estatua de la Libertad de Pega y la Carta Magna destruida (“Qué importa, si está online”), Rick y Morty deja muy claro que, en un escenario donde las realidades del universo marcan el camino, los devenires, relatos y símbolos de un país son, cuanto menos, insignificantes.
A raíz del “accidente”, Rick se adentra en una lucha contra el Presidente (que sigue siendo un alter ego de Obama) la mar de enrevesada. El científico intentará ser el pavo que este indulte, lo que acaba en decenas de transformaciones de humanos en pavos para descubrir el engaño y, por accidente, en un pavo reconvertido en humano como Presidente de Estados Unidos. Pero la serie sigue a lo suyo y Rick sigue soltado verdades que duelen a cualquier relato patriótico tales como “Usan tanto la palabra terrorista que ya no tiene sentido, terrorista es un tipo que no les gusta, ya ves” o, respondiendo a por qué odia a su país: “Odio todos los países del universo, los países son agencias de empleo para los políticos que se los inventan”.
