El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que se colocará una barrera flotante de 300 metros en medio del río Bravo para evitar que los migrantes ingresen a Estados Unidos. Esta medida se suma a una serie de acciones emprendidas por los líderes estatales para abordar los cruces ilegales.
La barrera consistirá en un muro flotante compuesto por boyas de aproximadamente un metro de ancho y se instalará inicialmente frente a la ciudad de Eagle Pass, una zona de la frontera que ya está fuertemente fortificada y que se considera un punto propicio para los cruces de migrantes. Aunque la barrera solo cubrirá una pequeña sección de la frontera, Abbott señaló que las boyas podrían ser trasladadas y ampliadas en otros puntos críticos en el futuro.
El gobernador Abbott afirmó en una conferencia de prensa que podrían colocarse millas y millas de estas boyas. Durante la presentación, mostró fotografías que representaban cómo se vería la barrera una vez desplegada el 7 de julio.
Este anuncio es el último esfuerzo de los líderes republicanos de Texas para llamar la atención sobre el elevado número de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos, muchos de los cuales ingresan a través de Texas.
La barrera de boyas se suma a otras medidas implementadas por Texas en su programa multimillonario para disuadir los cruces. Aunque no se mostraron en la presentación de Abbott, existen versiones de la barrera que incluyen puntas afiladas.