El glaucoma se posiciona como la primera causa de ceguera irreversible en México, pues es responsable de 50 mil casos de ceguera de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud; a pesar de que 9 de cada 10 pueden evitarse, se estima que el 50% de los pacientes no saben que lo padecen.
Este padecimiento crónico y progresivo se presenta en 1.5 millones de mexicanos y consiste en cambios característicos en el nervio óptico que pueden estar o no relacionados al aumento de la presión ocular, produciendo daño irreversible en el campo visual de los pacientes de manera progresiva, incluso la ceguera.
Óscar Ramos Montes, especialista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM señala que esta enfermedad es conocida como “el ladrón silencioso de la vista” debido a su carácter asintomático.
Al respecto, Óscar Ramos señaló que el glaucoma debería ser prevenible. “Nuestra tarea es identificarlo, porque muchos pacientes no se percatan de su presencia, sino hasta que se manifiesta la pérdida del campo visual periférico”.
Pese a que no existe una cura definitiva para el glaucoma, resulta apremiante acudir regularmente con el oftalmólogo, sobre todo si existe alguno de los factores de riesgo, pues un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado contribuyen al retraso de los efectos causados por esta afección y en ocasiones impidiendo la pérdida total de la vista.