El ataque israelí en Gaza que mató a siete trabajadores humanitarios de la organización World Central Kitchen desató la furia y la indignación en el seno de la Casa Blanca.
El presidente Joe Biden emitió una declaración pública donde se mostró indignado, lamentaba la muerte de los siete trabajadores, incluía algunas de las expresiones más duras y contundentes y culpó explícitamente a Israel por no proteger a los trabajadores humanitarios y a los civiles, y dijo: “Incidentes como el de ayer simplemente no deberían ocurrir”.