La salud mental de los jóvenes se encuentra en peligro y con tasas alarmantes de ansiedad, depresión y suicidio. Según la OMS, entre el 10-20% de los adolescentes puede llegar a enfrentar problemas de salud mental.
La presión académica y el impacto negativo de las redes sociales son de los principales factores que contribuyen a este problema.
Es esencial, intervenir tempranamente con programas de prevención y acceso mejorado a servicios de salud mental, con el fin de abordar estos desafíos se puede garantizar un futuro saludable y resiliente para las generaciones jóvenes.
Aquellos que están siendo afectados, es importante que recuerden que no están solos. Existe diversidad de recursos y apoyos disponibles, que pueden facilitar el proceso de recuperación, buscar ayuda es un paso valiente y fundamental hacia la recuperación.
En unidad se puede construir comunidades más solidarias y compasivas que promuevan el bienestar mental de todos los seres humanos.