El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó este lunes a la Iglesia católica mexicana de apoyar al “bloque conservador” del país en su campaña contra la reforma electoral del Gobierno, conocida como el “Plan B”.
“Cuando se habla de la iglesia que está apoyando a un bloque conservador en México, yo digo: no, esto no tiene que ver con el papa Francisco, porque él ha condenado a los saqueadores, él ha condenado a los que explotan, a los que humillan a los pobres”, afirmó el mandatario durante su rueda de prensa matutina.
López Obrador respondió así a la preocupación expresada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que hace unos días, en un comunicado, advirtió que aprobar la reforma podría conllevar a la posible violación de los principios de certeza, legalidad, independencia, objetividad e imparcialidad del sistema electoral.
El llamado “Plan B” incluye reformas a leyes electorales con las que según el mandatario mexicano se pretenden ahorrar 3.500 millones de pesos (unos 175 millones de dólares), eliminar facultades para sancionar partidos y funcionarios, así como desaparecer el conteo rápido que se da inmediatamente después de una elección en México.
Este lunes, el presidente mexicano afirmó tener “mucha simpatía” con el papa Francisco y aseveró que solo si el Santo Pontífice expresa su preocupación al respecto de la reforma, entonces sí se preocuparía.