En medio de la escasez de agua en el mundo, algunos estados del vecino norteamericano han tenido dificultades para abastecer del líquido vital a su población, entre ellos Arizona, quien ha enfrentado una disminución considerable de sus principales fuentes de agua.
Desde el 2010, la población de Buckeye, Arizona se ha duplicado a más de 100 mil, y las autoridades prevén que eventualmente alcanzarán el millón de habitantes, sin embargo, el departamento de aguas declaró en enero de este año que no hay suficiente agua subterránea para proveer a las futuras casas en construcción.
Por esta razón, están considerando crear una planta desalinizadora de agua en el municipio de Puerto Peñasco, Sonora, según reportes del The New York Times; el proyecto, que tiene un costo inicial de 5 mil millones de dólares, implica también un gran precio ambiental, pues inundaría el norte del golfo de California con salmuera residual, lo que amenazaría una de las zonas pesqueras más productivas de México.
Cada 378 litros de agua de mar producen alrededor de 189 litros de agua potable y otros 189 de salmuera, cuyo contenido de sal es casi el doble que el del agua de mar; si bien se puede dispersar con rapidez en mar abierto, debido a que Puerto Peñasco está cerca de la punta del golfo de California y es una bahía larga y poco profunda, los efectos podrían concentrarse.
Nélida Barajas Acosta, directora general del Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO Intercultural), aseguró que eso podría dañar el plancton que forma la base de la cadena alimentaria. “El agua se va a ir a Estados Unidos, pero los impactos ambientales se quedan en México”, dijo Barajas.
Más de la mitad de la pesca en México se extrae del golfo de California, por tanto, los efectos en la industria pesquera mexicana serán drásticos.
