Miles de personas marcharon el martes en Perú reclamando “paz y tranquilidad”, en momentos en que las autoridades del país esperan una nueva ola de protestas luego de una pausa en los mortales disturbios que dejaron 22 muertos y que coincidió con las fiestas navideñas.
“Esto es un clamor del pueblo peruano, lo que queremos es paz. Son millones de peruanos y los vándalos son unos pocos, ellos no van a tomar nuestro país a través de la violencia, por eso estamos aquí”, dijo Mónica Sánchez, una de las manifestantes.
Cargando una larga bandera roja y blanca, y muchos con la camiseta de la selección de fútbol, los manifestantes desfilaron por algunas calles de Lima, días después de que el país sufriera uno de los episodios más violentos de los últimos años tras la destitución y arresto del expresidente Pedro Castillo.
Otras marchas se registraron en las ciudades de Arequipa y Tacna en el sur y en La libertad en el norte. Además, en las ciudades andinas de Huancayo y Puno, según la televisión local. Miembros de comunidades indígenas y campesinos participaron también en una marcha en Cuzco, exigiendo la disolución del Congreso y la celebración de elecciones democráticas en lugar de reconocer a Dina Boluarte como presidenta de Perú.
La manifestación denominada “Gran Marcha por la Paz” fue organizada por grupos conservadores y religiosos. El evento había sido convocado también por la policía, pero la institución le retiró su apoyo en medio de críticas de una supuesta injerencia en marchas políticas que han polarizado al país.
