La cumbre climática celebrada en París llegó a su fin con un “consenso completo” sobre la necesidad de reformar en profundidad el sistema financiero mundial. Aunque se lograron avances en la búsqueda de mayor eficacia y equidad en dicho sistema, las expectativas de una revolución para abordar plenamente el cambio climático sin comprometer la reducción de la pobreza no se cumplieron.
Durante dos días de debates, con la participación de unos 40 líderes, incluidos los mandatarios de Brasil, Colombia y Cuba, el presidente francés Emmanuel Macron destacó el “consenso completo” alcanzado para mejorar la eficacia y equidad del sistema financiero mundial.
Entre los avances mencionados por Macron se encuentra un acuerdo entre varios países acreedores para reestructurar la deuda de Zambia, así como la reasignación de 100.000 millones de dólares de derechos especiales de giro a los países pobres, tal como se había prometido en 2021.
Además, destacó que la promesa de desbloquear otros 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países pobres a enfrentar el cambio climático se cumplirá este año, aunque con retraso.
A pesar de estos avances, la red de organizaciones no gubernamentales Climate Action Network (CAN) criticó la cumbre por considerar que se estaba haciendo algo nuevo a partir de algo antiguo. Asimismo, lamentaron la idea de una posible suspensión de los reembolsos de la deuda en lugar de una cancelación total de la misma.