La pandemia del Coronavirus se ha extendido por gran parte del mundo, y aunque las cifras de casos contagiados y personas fallecidas se han visto reducidas como resultado del control que cada uno de los países ha implementado desde su trinchera.
Calificada como una de las pandemias más agresivas de los últimos 100 años, el Coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan a mediados del mes de diciembre de 2019 ha dejado como saldo hasta el 9 de mayo de 2021, alrededor de 3,3 millones de personas fallecidas a nivel mundial.
Las repercusiones sociales varían según las condiciones culturales y formas de gobierno que existen en el planeta. Sin embargo, lo que conservan en común socialmente es la disposición de instituciones globales, protocolos, tecnologías y decisiones articuladas de diferentes países en torno a ellas lo que produce “Panoramas” de comprensión social global de las mismas.
Lo crítico desde una perspectiva de desarrollo, es que el alcance de la disponibilidad de trabajos en homeoffice puede determinar qué economías y hogares se verán más o menos afectados por el shock pandémico, en el articulo “¿Cuántos trabajos se pueden hacer en casa?, Dingel y Neimanon hacen un estimado sobre la proporción de dichos empleos y en promedio a nivel mundial y solo es del 20%, pero eso no es todo, dejando a un lado la cantidad de trabajos a distancia, el ingreso por el mismo trabajo también se ha reducido a un nivel sistemático que podría no volver a recuperarse y por lo tanto seguir percibiendo ingresos inferiores y desiguales aún después de que la pandemia haya llegado a su fin, por lo tanto, es necesario generar políticas de reapertura diseñadas para proteger la economía de los trabajadores.
