El Super Bowl, un evento deportivo icónico que ha evolucionado con el tiempo, se ha convertido en una vitrina para la innovación tecnológica a lo largo de sus 57 años de historia. Desde la reciente inclusión de los NFT en el Super Bowl LVI hasta el avance del Q-Collar en el Super Bowl LVII, la tecnología ha desempeñado un papel esencial en la mejora de la seguridad, la conectividad y la experiencia global en este espectáculo deportivo.
Super Bowl LVI: SoFi Stadium de Los Ángeles En esta edición, los NFT fueron protagonistas al entregarse a cada asistente un token conmemorativo único cifrado con tecnología blockchain. Además, se implementó una aplicación que ofrecía contenido exclusivo y experiencias de realidad aumentada para los fanáticos. La integración de etiquetas de radiofrecuencia en jugadores y árbitros, junto con un chip en el balón, permitió un monitoreo preciso de los movimientos en el campo, proporcionando datos valiosos para mejorar las estrategias de juego.
Super Bowl LVII: State Farm Stadium de Glendale, Arizona En esta ocasión, se enfocaron en mejorar la conectividad con una actualización de la red de datos del estadio mediante la tecnología WiFi 6 y la adición de 800 nuevos puntos de acceso. Se implementó el Centro de ADN de Cisco, basado en Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático, fortaleciendo la eficiencia de la red y las medidas de ciberseguridad.
Super Bowl LVIII: Entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers A medida que se disputa la edición LVIII, la tecnología continúa siendo protagonista. Desde la evolución de los NFT hasta la implementación del revolucionario Q-Collar, diseñado para reducir el riesgo de lesiones en la cabeza durante el juego, el Super Bowl sigue siendo un campo de pruebas para la innovación tecnológica.
El Super Bowl no solo es un enfrentamiento épico en el campo, sino también un escaparate para las últimas tendencias tecnológicas que mejoran la experiencia de jugadores y espectadores, marcando el paso hacia el futuro en cada jugada.
