En medio de la falta de acciones por parte de México durante los últimos dos meses de las consultas técnicas sobre el maíz genéticamente modificado, legisladores estadounidenses liderados por Adrian Smith, presidente del Subcomité de Comercio de la Comisión de Medios y Arbitrios, han solicitado tomar medidas urgentes bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En una carta enviada a Katherine Tai, Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) y firmada por 62 miembros del Congreso, se pide utilizar plenamente las herramientas disponibles en el T-MEC para responsabilizar a México por sus políticas discriminatorias que prohíben el maíz transgénico.
El documento resalta que, tras dos meses sin cambios significativos por parte de México, los legisladores consideran necesario tomar medidas adicionales de aplicación del T-MEC. Además, subraya el riesgo que enfrenta el mercado de exportación de la agricultura estadounidense, valorado en 30 mil millones de dólares, si no se aborda esta situación. México es un mercado crítico para el maíz de Estados Unidos, siendo este cultivo el más importante en términos de valor de producción.
Los legisladores advierten que permitir que México continúe con esta política sería renunciar a la importancia de la innovación agrícola y el avance tecnológico. No tomar acciones al respecto sentaría un peligroso precedente que permitiría ignorar los compromisos establecidos en el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA) y otros acuerdos comerciales sin enfrentar consecuencias.
Kenneth Smith Ramos, exjefe negociador del T-MEC y socio de la firma AGON, señala que el cálculo del Gobierno de México, basado en que el presidente Biden no desea entablar conflictos comerciales para no poner en riesgo la cooperación de México en migración y seguridad, es altamente arriesgado. Según su punto de vista, la presión por parte de los republicanos aumentará debido al próximo año electoral en Estados Unidos, y estos podrían argumentar que Biden es “débil” en el cumplimiento del T-MEC.
Smith Ramos enfatiza que estirar la situación indefinidamente no es una solución, ya que la liga podría romperse fácilmente en las próximas semanas o meses. Aún queda tiempo para que el Gobierno de México revoque un decreto que carece de base científica y que nunca debería haberse promulgado.
