En medio de la polémica entre México, Estados Unidos y Canadá por el comercio de maíz modificado genéticamente, el presidente Andrés Manuel anunció su intención de imponer aranceles al maíz blanco, con el objetivo de promover la compra de este tipo de grano a los productores nacionales.
López Obrador señaló que esta medida sería complementaria a un acuerdo próximo a ser establecido esta semana, en el cual se busca utilizar exclusivamente maíz blanco y no transgénico en las tortillerías.
Si bien la imposición de aranceles podría contradecir el Tratado de Libre Comercio entre los países norteamericanos (T-MEC), su impacto sería mínimo, ya que México importa una cantidad insignificante de maíz blanco, siendo el maíz amarillo o forrajero, utilizado en la alimentación animal y en déficit en el país, su principal importación.
México busca restringir el consumo humano de maíz transgénico y, a largo plazo, prohibir su uso en la alimentación animal, una medida que Estados Unidos y Canadá consideran perjudicial para el comercio, además de violar los acuerdos que requieren evidencia científica para establecer normas de salud o seguridad.
Los agricultores estadounidenses están preocupados por la posibilidad de perder su mercado de exportación más grande, ya que México importa alrededor de 3.000 millones de dólares en maíz transgénico de Estados Unidos anualmente.
López Obrador, haciendo frente a las controversias, aseguró que estas medidas tienen como objetivo establecer un orden en el sector y evitar el consumo de productos modificados genéticamente. Además, destacó el crecimiento de la producción nacional de maíz criollo gracias a las ayudas otorgadas a los productores.