Durante los últimos días de la campaña electoral en España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, logró incrementar su apoyo con el objetivo de evitar que sus opositores de derecha obtuvieran la mayoría en el parlamento en las elecciones.
Aunque el Partido Popular de centroderecha consiguió la mayor cantidad de escaños, alcanzando 136 asientos, el bloque de derecha solo logró un total de 170 escaños, con el 96 por ciento de las papeletas contadas. Mientras tanto, los socialistas liderados por Sánchez obtuvieron 122 diputados y, gracias a una gama más amplia de socios potenciales, podrían reunir 172 votos en el parlamento.
Sin embargo, este resultado no permite que ninguno de los partidos principales forme una mayoría absoluta en la cámara de 350 miembros, lo que potencialmente deja a un grupo separatista catalán con un papel clave que desempeñar en la configuración del gobierno y la toma de decisiones.
La participación electoral en estas elecciones generales alcanzó el 70.18 por ciento, un aumento significativo de casi cuatro puntos en comparación con las cifras registradas en los anteriores comicios del 10 de noviembre de 2019, cuando la participación fue del 66.23 por ciento.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ofrecieron una rueda de prensa para proporcionar los datos sobre la participación ciudadana en las urnas y agradecieron a los ciudadanos su activa participación en el proceso electoral y la normalidad con la que se desarrolló la jornada.
A pesar de las altas temperaturas y del periodo vacacional, la afluencia de ciudadanos a los colegios electorales fue mayor de lo esperado, lo que refleja el interés y la importancia que los españoles dan a su derecho democrático de votar. Es importante destacar que en esta participación se computan los 2.4 millones de votos por correo, una cifra histórica en la democracia española que refleja el compromiso cívico de los ciudadanos con el proceso electoral y la toma de decisiones en el país.
